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Foto del escritorIgnacio Lamas

Eli de Caso y su experiencia el agua alcalina

Actualizado: 14 feb 2022

Los dolores de aquellos que consideramos dignos, y halagos de los cuales los problemas actuales del placer excepturi quo están cegados por la lujuria, y no actúan corruptamente por quien proveen, los deberes de aquellos que desertaron de la falta de espíritu del general, y en el mismo capítulo será culpable, es decir, de su labor y dolorosa. Pero esto requiere una distinción simple y fácil. Para tu tiempo libre, son independientes en la elección de cuando no esperas nada de nosotros, para la elección de Los dolores de aquellos que consideramos dignos, y halagos de los cuales los problemas actuales del placer excepturi quo están cegados por la lujuria, y no actúan corruptamente por quien proveen, los deberes de aquellos que desertaron de la falta de espíritu del general, y en el mismo capítulo será culpable, es decir, de su labor y dolorosa. Pero esto requiere una distinción simple y fácil. Para tu tiempo libre, son independientes en la elección de cuando no esperas nada de nosotros, para la elección de podemos ser capaces de hacer lo que es agradable para él, sobre todo un impedimento para ello. Si no fuera así, todo placer debe ser bienvenido y todo dolor evitado. Pero en determinadas circunstancias y por las necesidades de sus deberes, ocurrirá con frecuencia que los placeres tengan que ser repudiados, o se evite el placer y el fastidio a que algunas cosas no hayan sido aceptadas. Así que esta no es una elección sabia en estos asuntos, que rechaza placeres para conseguir otros mayores o sufrimientos extremadamente dolorosos ". Traducción de 1914 de H. Rackham" Por otro lado, denunciamos con justa indignación y aversión a los hombres que están tan engañados y desmoralizados por los encantos del placer del momento, tan cegados por el deseo, que no pueden prever el dolor y la angustia que están destinados a sobrevenir; y la misma culpa corresponde a quienes fallan en su deber por debilidad de la voluntad, que es lo mismo que decir por rehuir el trabajo y el dolor. Estos casos son perfectamente simples y sencillos de distinguir. En una hora libre, cuando nuestro poder de elección está libre y cuando nada impide que podamos hacer lo que más nos gusta, todo placer debe ser bienvenido y todo dolor evitado. Pero en determinadas circunstancias y debido a las exigencias del deber o las obligaciones de los negocios, ocurrirá con frecuencia que los placeres deben ser repudiados y las molestias aceptadas.





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