Para entender bien este concepto, primero tenemos que saber que la alcalinidad se mide dentro de una tabla de pH (Potencial de hidrógeno). Esto es una medida para determinar el grado de acidez o alcalinidad de una disolución.
Dentro de esta tabla existe una medición de 1 a 14. Donde 1 es extremadamente ácido, 7 es neutro y 14 totalmente alcalino.
Estos rangos numéricos son exponenciales, vale decir, si tomamos un pH 7 (neutro) tiene un valor 0, un pH 6 (ácido) en un valor exponencial pasaría a ser 10 veces más ácido que un pH 7. Un pH 3 es casi 1 millón de veces más ácido que el pH neutro (7), lo mismo sucede con los valores alcalinos.
Ahora que conocemos matemáticamente cada rango de valor dentro de una tabla de pH, podemos pasar a entender las diferencias entre acidez y alcalinidad.
Todo lo que se ubica en acidez (6 a 1) es dañino para nuestra salud. ¡Conoce más tips de salud haciendo click aquí!
Al estar expuesto constantemente en estos rangos de pH lo que inmediatamente padecemos es de acidificación corporal, esto altera nuestro tubo digestivo, nuestra flora intestinal, perdiendo oxígeno a nivel celular.
Cuando nuestra base alimentaria y de hidratación es ácida hay mayores probabilidades de tener caries, gastritis, aumento de ácido úrico, calambres musculares, osteoporosis, diabetes, incluso aumento de células cancerosas.
Nuestro organismo siempre tratará de compensar este desequilibrio del pH, para ello recurre a reservas alcalinas que hay en nuestro cuerpo como el calcio, magnesio y potasio depositado en nuestro huesos para contrarrestar dicha acidez.
Al estar en acidosis las mitocondrias de nuestro cuerpo comienzan a morir, por lo tanto se genera una baja producción de oxígeno que repercute directamente en nuestra salud.
La alcalinidad es lo contrario, al tener una base de alimentación e hidratación alcalina aporta enormes cantidades de antioxidantes a nuestro organismo, esto quiere decir que retrasa el envejecimiento prematuro y aporta oxígeno a nuestras células, previniendo enfermedades.
Las enfermedades por lo general tienen un pH ácido, por ende es vital salir de la acidez para estar lo más ligeramente alcalino posible.
Al ser un cuerpo compuesto de 75% de agua, lo vital es beber un agua que genere aportes a nuestra salud. El agua alcalina ionizada al ser antioxidante y tener un pH alcalino purifica los desperdicios del cuerpo, elimina las toxinas, hidrata 6 veces más, aporta minerales y previene enfermedades. ¡Transforma el agua de tu casa ahora!
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